con dos o tres -cubos, palas y amigos- y, ropa lo más harapienta posible,
se acerca uno a donde se acumula la materia prima del picón:
la tarama.
la tarama es leña menuda, los restos de poda -o tala- que no merecen ocupar un espacio en la leñera y que se queda diseminada en pequeños grupos por el campo a las espera de aventuras.
nosotros le damos aventuras.
una vez tenemos más o menos estudiado y garantizado el suministro de tarama, agua y cerillas, se comienza un fuego como cualquiera de los fuegos que se comienza:
un fuego pequeño.
luego, si todo va bien, el fuego empieza a crecer a base de añadir más y más tarama al montón. consiguiendo secarla y, más aun, carbonizarla.
también se consigue que empiece a hacer bastante más calor del que resulta agradable.
cuando se deja de echar tarama,
por que se ha acabado,
ya hay suficiente o
esto no hay quién lo aguante...,
se espera un poco a que el montón se compacte y se patean hacia el montón -de espaldas y con desinterés aparente (por la cosa de la caló)- las ramas que han ido quedándose fuera del círculo de lo quemado.
al compactarse el montón
se va apagando desde el interior, por que no le entra oxígeno. que es cosa muy importante cuando se trata de que un fuego arda o que no arda.
además, se empieza a echar algo de agua por fuera del montón y se van retirando los palos que no han conseguido el punto de combustión buscado.
también se "abre" el montón y se vuelve a formar -varias veces, y a base de pala y/o "legona"-, buscando apagarlo del todo, que cambien de posición los componentes en el conjunto y que se puedan conocer y atender a las distintas circunstancias que se vayan planteando.
mientras,
el factor humano comienza a cansarse, a resoplar y a adornarse con los colores típicos del que trabaja en este oficio:
el negro, el negro y el negro.
se termina
metiendo la antigua tarama -y joven picón- en sacos y tratando de encontrar de nuevo un aspecto lo suficientemente discreto como para no pasarte el rato de tomar el vino aguantando las chuflas del resto de parroquianos.
el picón vale para combustible de braseros.
piconeeeEEero! vendo picoooOOOoon!
piconeeEEEeero!
